jueves, 29 de septiembre de 2016

Manual de supervivencia para la “desdigitalización”

                                                                       24 horas sin celular

Llevamos en nuestro bolsillo una herramienta que condiciona por completo nuestra vida, solo que ignoramos la magnitud de dicho condicionamiento. Sin pensarlo demasiado trabajamos, pensamos, estudiamos, nos relacionamos y percibimos el mundo usando nuestros teléfonos inteligentes, son lo primero que vemos al despertar y lo último antes de dormir, pero ¿qué pasa si no los utilizamos durante un día entero? Si están dispuestos a aventurarse hacia las 24 horas de “desdigitalización” parcial, seguir los consejos en este artículo puede ser fundamental para su supervivencia.

El desafío radica en lograr la mayor desconexión posible en un día cotidiano, actualmente resulta inverosímil una “desdigitalización” total, sin embargo, para el éxito de esta campaña todas las redes sociales, aplicaciones de mensajería y medios de comunicación online quedan prohibidos, incluso el uso del internet debe ser exclusivo para cosas absolutamente improrrogables.

 La preparación es la clave para el éxito, su día sin teléfono celular debe ser agendado y organizado con antelación para evitar inconvenientes. Lo primero que va a necesitar es un reloj despertador, no se deje sorprender, como yo, por la ausencia de la alarma diaria ya programada. Al continuar la mañana, sentirá angustia por la falta de información, no desespere, medios clásicos como la televisión, radio o incluso el periódico son capaces de brindar estímulos similares.

Para realizar su actividad cotidiana con la mayor normalidad posible y evitar la ansiedad que su bolsillo vacío comenzará a producir procure abastecerse de distractores apropiados, pelotas anti estrés, libretas para dibujo o revistas son buenas alternativas, contrariamente objetos como tapas de esfero, llaveros o uñas pueden resultar contraproducentes.

Trate de anticiparse a los pormenores, confirme sus compromisos, tenga anotados los contactos importantes y asegúrese de que familiares, amigos, compañeros de trabajo y pareja estén al tanto de la dificultad para su localización durante el día. Si va a dirigirse hacia un lugar desconocido, consulte la dirección con anticipación (advertencia: es probable que tenga que preguntar a los transeúntes por indicaciones). Detalles como estos son los que harán su día más llevadero.  

Ya entrada la tarde, su campo de atención, sin la escapatoria habitual, comenzará a focalizarse en detalles antes inadvertidos, relájese y no se abrume al notar nuevos lugares, sonidos y sensaciones. Otra novedad que tendrá que enfrentar es una exagerada interacción con otras personas, esta actividad es similar a las conversaciones por whatsapp, pláticas disfrutables pueden conseguirse si presta atención, alarga sus respuestas y sonríe moderadamente. Sin embargo, probablemente la mayor dificultad que experimentará será la falta de un teléfono como escapatoria a momentos incomodos o escenas desagradables, para lo que es recomendable tener ya preparada una lista con excusas para poder retirarse educadamente o centrar su atención en los distractores ya mencionados.


Finalmente, en la noche la televisión o incluso un libro pueden ayudar para conciliar el sueño. Puede también reflexionar sobre las emociones de su “desdigitalización”, si es que siguió los consejos en este artículo es probable que haya sobrevivido a una experiencia muy enriquecedora, pues, al fin y al cabo, se relacionó mejor con sus semejantes, descubrió nuevos detalles en lo cotidiano, descansó del bombardeo mediático, cambió de actividades y ahora probablemente podrá dormir sintiéndose un poco más libre. 

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